Tres visiones del seminario de Dan Harden, Madrid 11-12 de Junio.

Este fin de semana, organizado por Aikido en Línea y con la colaboración de Kumakai Dojo, pudimos asistir a un seminario con Dan Harden. En él recibimos una instrucción de primer nivel en el método de entrenamiento interno que este artista marcial ha destilado a partir de su experiencia de más de 30 años en varias artes marciales, incluida Daito Ryu. Su método, Sangen, es una estupenda manera de conocer y avanzar en el desarrollo de las habilidades corporales «internas» que podemos encontrar en varios métodos de combate orientales, como Daito Ryu, Aikido, o Tai Chi Chuan. En este seminario asistieron practicantes de varias artes marciales, y hemos elegido tres crónicas realizadas por tres asistentes al seminario.
Este fin de semana pasado, durante el curso con Dan Harden en Madrid, me he comprado una camiseta donde aparecía una cita en inglés donde se mencionaba el “shugyo”. Dicen que Shugyo hace referencia a algo así como un entrenamiento determinado (y constante) que fomenta la iluminación. Y que su propósito es «tensar la cinta», endurecer el cuerpo, y pulir el espíritu. Y la Wikipedia, esa fuente inagotable de información, agrega otro matiz cuando habla de Musha Shugyo, el entrenamiento del guerrero, en el que el samurai peregrinaba por todo el país batiéndose en duelos, entrenando con diferentes escuelas, probando su valía y, en definitiva, puliendo tanto sus conocimientos como su espíritu.
Ese segundo matiz, que implica la idea de un viaje vital constante, me ha gustado particularmente. Y si me ha gustado es porque puede describir el momento actual en mi práctica. Me explico…
El asistir al curso con Dan me ha supuesto, mas allá del esfuerzo del viaje físico y del esfuerzo de abrirme a un tipo de trabajo casi desconocido para mi, el constatar que lo mas interesante es el viaje interior, esa sensación de que se me esta empujando fuera de mi “área de confort” hacia todo un espacio nuevo de sensaciones.
El caso es que con Dan me he encontrado no solo con un grandísimo experto, no solo con un magnifico pedagogo y comunicador que muestra con pasión su trabajo y su experiencia; también con alguien cercano, a la vez que ameno y humano, alguien capaz de demostrar una increíble potencia y destreza en su movimiento, y que además nos ha mostrado la gran generosidad por su parte de compartir todo eso con nosotros.
Una de los aspectos mas interesantes de lo que hemos trabajado este fin de semana, ha sido precisamente el poder experimentar físicamente todo lo que se explicaba; se trataba de trabajar con algo vivo, físico, perfectamente demostrable y experimentable.
En definitiva, me he encontrado durante este fin de semana con algo que me ha cambiado , o mejor dicho, ha acabado de cambiar, la percepción que hasta ahora tenía de lo que llevo más de treinta y cinco años practicando. Mi idea sobre lo que significaba el aiki dentro del Aikido, sobre el trabajo mismo y su objetivo ha variado sustancialmente. Mas allá de bellas teorías y de bellas palabras, de lo que se trata en realidad es de llegar a dominar de la manera mas magistral posible una serie de habilidades físicas concretas… Una serie de habilidades que siempre han estado ahí, delante de mis narices, y que sin la ayuda de Dan hubiesen seguido escondidas, mas allá de mi percepción.
Me viene a la cabeza una cita, lamentablemente no de un gran pensador, sino de una publicidad de una marca marinera: “peu importe le voyage, pourvu que l´horizon soit vaste”. Poco importa el viaje, mientras que el horizonte sea vasto… Y eso es lo que ahora mismo se abra ante mi: un vasto horizonte.
Juantxo Ruiz
5ª dan Aikikai
6º dan, maestro-entrenador nacional RFEJYDA
Por segunda vez en Madrid, hemos disfrutado de un seminario sobre “Poder Interno y Aiki” con Dan Harden.
Dan es un tipo singular, que aúna en una sola persona al luchador que adora combatir y al estudioso de la mecánica corporal. Ajeno a protocolos, uniformes y otros rituales y amigo por el contrario del ambiente colaborativo, del trabajo personal y de la enseñanza abierta, dispuesto siempre a contestar a cualquier pregunta que se le realice,
El compendio de sus enseñanzas incluye múltiples elementos, pero en esta ocasión se ha centrado de nuevo en las habilidades de Pulling Silk (estiramiento en direcciones opuestas de todo el cuerpo), Bow/unbow (apertura y cierre de articulaciones de codo y rodilla), relajación del hombros, evitando tensarlos y levantarlos, rotación de articulaciones, torsión del fémur y sus grupos musculares, para la obtención de una cadena cinética que unifique los polos opuestos de pies y manos mediante el modelo espiral…
Todo ello puede parecer algo muy complejo, siendo en realidad bastante simple, aunque no por ello fácil de ejecutar, más que nada por la inercia neuromuscular a utilizar patrones poco eficientes de movimiento “parcial”.
Todo esto se entrenó tanto con ejercicios en solitario como en parejas, viéndose en esta ocasión, trabajo de estrategia de posicionamiento del cuerpo y algunos ejemplos de uso en situaciones de golpeo, lucha en suelo, empuje de manos…
En lo que pueda valer la opinión de quien esto escribe, entrenar con Dan es una gran oportunidad. Explica cosas que se supone que todo practicante de Tai Chi Chuan (en mi caso) debe conocer. Y lo cierto es que es una de las personas con un conocimiento más preciso y pormenorizado que he conocido, de forma que puede abrir tus ojos a aspectos fundamentales que has pasado por alto durante años.
Yo me considero afortunado si cada año logro dos avances significativos en mi entendimiento de los fundamentos de mi sistema. Desde el anterior curso de Dan en Madrid, pasados nueve meses, mi tasa de avances ha duplicado largamente esa cifra. Eso en lo cuantitativo, en lo cualitativo, la mejora es incluso mayor. Y las previsiones después de este curso, son aun más optimistas.
Mi opinión es que si te interesa profundizar en el aprendizaje y entendimiento de las habilidades “internas”, Dan es el tipo. Eso sin olvidar que además es un luchador que pelea como un demonio, con una visión de la “realidad”, si es lo que buscas, que no deja lugar a duda alguna.
Antonio Leyva, practicante de Tai Chi Chuan.
Este ha sido mi segundo curso con Dan Harden y no ha hecho más que reafirmarme en lo que ya dije tras el primero: esto es lo que quiero seguir entrenando durante el resto de mi vida. Siempre quiero evitar hablar de Dan Harden y centrarme en el trabajo, pero es muy difícil. Dan ha pasado por todo, la calle, deportes de contacto, artes marciales tradicionales, artes marciales modernas y artes marciales mixtas. Es un guerrero que no tiene reparos en mostrar cómo su trabajo es exactamente el mismo, ya sea golpeando, derribando, luxando, estrangulando, de pie y en el suelo, con o sin armas. Aiki en todas partes. Cuando alguien que literalmente tiene el doble de años que tú, el teléfono móvil en el bolsillo, ha dormido tres horas en dos días y tiene un dedo del pie roto te despedaza de todas las formas posibles con una sonrisa y sin tener que tomárselo en serio cuando tú vas al cien por cien, es imposible no creer en esto. Dan es incluso mejor este año que cuando le conocí, como un vino que mejora con el tiempo, la demostración real de la vieja leyenda del artista marcial interno maduro que derrota a chavales en su mejor momento.
Lo dejaré ahí, porque por muy bueno que sea Dan, lo importante es el trabajo, el método que enseña. Ahí es donde se confirma que esto es real, que la gente que lleva unos pocos años entrenando en serio está logrando las mismas habilidades. Tocar el dantien de Dan alucina, pero tocar el de un alumno suyo y ver que en cuatro años ha logrado desarrollarlo te pone eufórico. Está ahí a nuestro alcance, todos podemos conseguir poder interno real si de verdad lo entrenamos.
Por último, me gustaría manifestar la tremenda admiración y respeto que siento por todos los hombres y mujeres que han decidido entrenar seriamente el método de Dan Harden. Con muchos no he cruzado más que un par de palabras, no les conozco, no practican los mismos estilos que yo, pero su cuerpo revela al instante el trabajo que por el que han pasado. Sé lo horriblemente duro y solitario que es el camino del Shugyo, así que no puedo evitar quitarme el sombrero y inclinarme ante todos ellos.
Honto ni Aiki, es vuestro, nadie os lo regaló, lo ganásteis con vuestro sudor y esfuerzo.
Jaime Girona Durán, practicante de artes marciales europeas históricas.
Copiamos un comentario realizado por un asistente al seminario en un foro.
«Sólo unas líneas para decir que el seminario ha sido un éxito.
Dan se ha esforzado por hacer llegar el mensaje de que estamos entrenando el cuerpo para crear aiki y que la aplicación que hagamos con el es secundaria: es siempre aiki, unión de opuestos en tí mismo, y que la forma de expresarlo que elijamos ya sea waza de Aikido, Daito Ryu, haciendo formas de Tai Chi Chuan, en Tuishou, peleando en el suelo, boxeando, haciendo katas de Katori o peleando con palos sin protecciones es cosa nuestra. No se trata de una caja de herramientas con truquillos o recetas para usar en esta o esa situación, sino cambiar el propio cuerpo para moverse de una determinada forma.
Los atributos que proporciona son estabilidad, pesar como una roca, golpear como un camión y desequilibrar al oponente al contacto. Los bloqueos no funcionan, dejas de reaccionar al oponente, que va rezagado reaccionando a tu iniciativa. Eso sí, no se engaña a nadie, aunque son atributos impresionantes, no te hacen saber pelear, eso lo tiene que aprender cada uno aparte.
Dan siempre se afana por decirnos que este material no es suyo, que él no lo ha descubierto, que ha estado ahí durante miles de años.
En resumen, un material apasionante que ningún practicante serio de artes marciales debería de pasar por alto.
Juanlu, estudiante de Sangenkai»