Sugino Sensei acerca de Ueshiba Sensei
¡La punta de su jo estaba viva!
Contemporáneo de Minoru Mochizuki, 10º dan, Sugino Yoshio comenzó su carrera marcial en la infancia con el judo y el kendo antes de convertirse en uno de los principales defensores del Kodokan. Estudió también varios Koryu como Yoshin-ryu bajo la dirección de Genro Kanaya, uno de los mejores instructores del Butokukai de la época, antes de estudiar junto a Minoru Mochizuki Sensei en la Katori Shinto-ryu a petición de Kano Sensei, escuela que continuó estudiando y enseñando hasta su último aliento.

Yoshio Sugino Sensei
En 1932, tras haber sido presentado a O Sensei por Konishi Sensei, empezó a estudiar con el maestro Ueshiba, obteniendo de éste una licencia de enseñanza en 1935. Tras la negativa de Mochizuki Sensei para suceder al fundador, Morihei Ueshiba le pidió que se convirtiera en el sucesor de la escuela. Ya casado y padre, rechazó la propuesta.
Sugino Sensei fue también coreógrafo de varias producciones de Akira Kurosawa entre los que se encuentran las famosas películas «Los siete samurai», «La fortaleza escondida» o «Yojinbo». Su rica carrera y asociación con muchos expertos de su era le permitieron convertirse con el tiempo en uno de los más grandes maestros japoneses del siglo XX.

Sugino Sensei con Akira Kurosawa y Toshiro Mifune
Durante una entrevista con Stanley Pranin, Yoshio Sugino comparte su increíble experiencia junto con el maestro Ueshiba, que se puede encontrar en el libro «Aikido Masters – Prewar Students of Morihei Ueshiba». Aquí hay un breve extracto:
Stanley Pranin: ¿Cuál era la opinión de los practicantes de otras artes marciales cuando veían cómo O Sensei blandía armas como el ken, el jo o incluso el yari?
Yoshio Sugino: Los movimientos del jo de O Sensei no eran impresionantes como los de la escuela Shindo Muso-ryu pero siempre afectaba a los puntos vitales de su oponente. Su jo estaba vivo. Cuando su oponente le atacaba no hacía grandes gestos sino que movía su bastón imperceptiblemente. La punta de su jo estaba viva. Esa era la diferencia. Su forma de usarla era lo que se llama «natural» o «pura». Cuando usas ken o bo, su extremo debe estar vivo. Los movimientos del maestro eran realmente maravillosos.

«Cuando su oponente le atacaba no hacía grandes gestos sino que movía su bastón imperceptiblemente. La punta de su jo estaba viva.»
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