Go no Sen: El camino hacia la derrota
Por Stanley Pranin

Presentamos una interesante reflexión de Stanley Pranin acerca del timing de un encuentro marcial, qué hacía O Sensei y qué hacemos nosotros en nuestra práctica diaria, publicada originalmente el 18 de Junio de 2014 en Aikido Journal. Esperamos que os resulte interesante y que, como a nosotros, nos ponga a pensar. Disfrútenlo.

Por Stanley Pranin
“O Sensei introducía confusión y sobrecarga sensorial en la mente de su atacante, dominando así completamente el encuentro”.
El término “Go no Sen” se utiliza con frecuencia en las artes marciales japonesas como parte de un marco teórico para describir una circunstancia particular: cuando el atacante inicia un encuentro marcial. Una definición de “Go no Sen” podría ser “recuperar la iniciativa después de ser atacado”. Pensando en esto por un momento, ¿qué debe ser cierto en un caso así?
Para empezar, el atacante ha elegido el momento, las circunstancias, la dirección y la intensidad de su movimiento ofensivo. La persona en el extremo receptor es así forzado a entrar en un modo defensivo. Ya que un ataque implica un movimiento rápido y agresivo, el tiempo disponible para que el defensor responda puede ser medido en milisegundos. Por esta razón las probabilidades del defensor de salir airoso se reducen considerablemente. Esta es la razón por que no me gusta describir el Aikido como un “arte de defensa personal”.
Por supuesto, los practicantes no avanzados de artes marciales rara vez son capaces de escapar del mundo de “Go no Sen” en su práctica. Éstos aún no han desarrollado la capacidad de iniciar su respuesta de manera temprana, antes de que el ataque haya cobrado impulso. Psicológicamente se sienten abrumados por la ferocidad de un atacante determinado. Y tampoco han llegado a un nivel aún más alto de habilidad en el que puedan evaluar, controlar y neutralizar un encuentro potencialmente violento antes de su manifestación física.
¿No hay lugar para la práctica del “Go no Sen” en nuestro entrenamiento? Decididamente sí lo hay. De hecho, no puede ser de otra manera. Practicar contra un ataque preestablecido y aprender la mecánica de una técnica en particular es necesario para desarrollar las habilidades básicas. Este entrenamiento es adecuado sobre todo en los niveles iniciales e intermedios de entrenamiento. Sin embargo, es común que los practicantes avanzados e instructores nunca se aventuren más allá de esta mentalidad defensiva. Creo que hay que trascender la dimensión de “Go no Sen” en algún momento para aprovechar el más alto potencial del arte.
He visto recientemente un vídeo de un legendario shihan de Aikido y me sorprendió observar que estaba respondiendo a los ataques de uke. Esto sólo es posible porque los ataques eran débiles y estaban lentamente ejecutados. Tales actuaciones pueden parecer muy buenas, incluso sorprendentes, para el observador casual, pero un artista marcial de alto nivel sería capaz de reconocer que tal respuesta no serviría bien en un escenario violento, especialmente con la participación del elemento sorpresa.

O Sensei iniciando shomenuchi ejecutando atemi. Uke: Gozo Shioda.
Esto contrasta con lo que el Fundador del Aikido, Morihei Ueshiba, mostraba en sus exhibiciones. O Sensei ejecutaba fintas, daba órdenes verbales, ofrecía una mano o un hombro, cambiaba el peso hacia adelante y atrás, ejecutaba atemi y kiai, etc. Introducía confusión y sobrecarga sensorial en la mente de su atacante, por lo que dominaba por completo el encuentro. ¡Por esta razón los observadores a menudo comentaban que sus exhibiciones estaban “trucadas”! Mi opinión es que él creaba las condiciones necesarias para que ningún ataque posible pudiera ser efectivo. O Sensei envolvía a su uke en una dimensión energética donde no podría surgir ninguna agresión. Uke era psicológica y físicamente neutralizado.
Piense en la amonestación de O Sensei sobre los ataques Shomenuchi establecida en su manual de entrenamiento de 1938 titulado “Budo”.
Inicie el movimiento avanzando con el pie derecho mientras extiende vigorosamente su tegatana derecha hacia la cara de su pareja y, al mismo tiempo, ejecute un atemi a su flanco con su mano izquierda.
Esta no es la descripción de un escenario donde uke ataca. Nage es el iniciador y abruma a uke con un vigoroso ataque a la cara acompañado de un golpe a las costillas. Esto puede parecer contraintuitivo en el pensamiento de la mayoría de los practicantes de Aikido. Le recomiendo que reflexione sobre esto profundamente y que considere sus implicaciones a largo alcance.

Michio Hikitsuchi, décimo dan.
El fallecido Michio Hikitsuchi, décimo dan, describe esta línea de pensamiento empleando estas palabras:
Siempre voy primero. Siempre me estoy moviendo hacia adelante primero. Inicio y le permito tomar mi mano. Inicio y le permito que me agarre. Nunca sucede que me agarra en primer lugar, después de lo cual me pongo a pensar qué hacer. Siempre voy primero. No debo esperar a que la otra persona actúe.
Creo sinceramente que el conocimiento de la existencia de este mundo superior de interconexión con los demás, y cómo puede ser cultivado en nuestro entrenamiento, es la clave para alcanzar el más avanzado estado de Aikido de “Takemusu Aiki”, el legado más perdurable de O Sensei. Porque permanecer sepultado en el mundo del “Go no Sen” es embarcarse en un certero camino hacia la derrota.
Interesante el artículo. Nunca hubiese pensado en ir un paso adelante del atacante. Me quedo pensando en el artículo.
Gracias Andrés. Relacionada con el tema tienes nuestra última entrada aquí. Un saludo!