Encuentros con aikidokas: Juantxo Ruiz, 6º dan de Aikido

A continuación publicamos una entrevista realizada el mes pasado con nuestro colaborador y amigo Juantxo Ruiz, 6º Dan de Aikido e instructor en San Sebastián (España). Con este artículo continuamos nuestra tradición de entrevistas con instructores y maestros de Aikido, y empezamos una nueva: los Encuentros Abiertos con Aikidokas. Nos gustaría que todos aquellos interesados en compartir su experiencia como instructores y maestros de Aikido tuviesen la posibilidad de hacerlo con nosotros, dándoles un espacio en nuestra revista para poder compartir su experiencia y visión del arte. Si ese es tu caso, escríbenos a aikidoenlinea@gmail.com. ¡Muchas gracias!
¿Cuándo te iniciaste en el Aikido?
Comencé a practicar en mayo de 1980, cuando tenía 17 años, en el club Sakura de San Sebastián, teniendo como profesores a Angel Monreal brevemente primero, y después a Ramon Aduriz; desde el verano de ese mismo año empecé a acudir regularmente a los cursos que impartía el maestro Yasunari Kitaura, por lo menos a los que me podía permitir.
¿Qué es lo que más te atrajo de su práctica?
Va a sonar muy trivial, pero, ¡lo bien que me lo pasaba! (cosa que me sigue pasando hoy en día).
¿Has practicado de manera ininterrumpida todos estos años? No es habitual, pero tampoco inusual, que los más veteranos hayan tenido algún parón significativo en su práctica. Si este es tu caso, ¿a que se debió y cómo lo superaste?
En todo este tiempo he tenido un par de parones importantes debido a una lesión de rodilla. Primero en 1987, con operación de menisco incluida. El parón más significativo fue en el 2002, cuando esa vieja lesión en la rodilla derecha me volvió a dar guerra: nueva operación y en esta ocasión me tuvo unos seis meses de baja… Para mi el trabajo en suwariwaza se ha terminado; es o eso, o lesionarme definitivamente y comprometer seriamente toda mi practica.
Háblanos de tu club de Aikido, el Amagoia. ¿Cuánto tiempo llevas vinculado al mismo?
Desde que lo fundamos entre un grupo de compañeros, en 1983. Como ya te he explicado antes, yo comencé a practicar en el Sakura. Recuerdo que éramos un grupo tan grande, y lo vivíamos con tanta pasión (la mayoría éramos unos chavales), que comenzamos a buscar un sitio solo para nosotros (el Sakura era básicamente un club de Judo, y nosotros compartíamos espacio con un grupo también muy numeroso de Shorinji Kempo). Así que encontramos un local perfecto en el tercer piso de un viejo edificio industrial, que estaba prácticamente vacío, y en el que hemos sido prácticamente los únicos inquilinos hasta su derribo en 2016. Ahora mismo estamos casi al lado de nuestro viejo emplazamiento, aunque en un lugar bastante mas pequeño. Actualmente ocupo la presidencia, además de dirigir uno de los cuatro grupos de adultos y coordinar los grupos infantiles.
¿Qué maestros han influido más en tu práctica? Sabemos que has estado muy vinculado a Yasunari Kitaura, aunque recientemente tu práctica ha discurrido por otros derroteros.
Yo comencé formándome con el maestro Kitaura, y le seguí de manera exclusiva durante mucho tiempo. Siento un gran respeto por él y por su trabajo, y no solo eso, realmente tengo una grandísima deuda hacía él, ya que no en vano es en gran medida el responsable (junto a mis circunstancias personales, evidentemente), de que me enamorara del Aikido, y eso es una cosa que en justicia no puedo nunca olvidar. Pero a día de hoy mi trabajo de investigación en Aikido va definitivamente por otro lado.
En mi opinión, en un proceso vital de aprendizaje (por lo menos en el mío), tan importante como aprender es el proceso de “desaprender”. En la misma esencia de ese proceso se encuentra un algo, que no se si tiene que ver más con la humildad o con cierta “flexibilidad” integral, tanto física como mental, que además de ofrecerte la oportunidad de hacer un trabajo interior importante, te da la capacidad de ver otros trabajos con ojos nuevos, o por lo menos, con una sensación ecuánime, y que te brinda la posibilidad de enriquecerte con mil formas que antes ni siquiera tenias la consciencia de que estaban ahí.
Me preguntas por cuales, de todos los maestros con los que he trabajado, me han influido mas. Han sido muchos; aparte de Kitaura, he asistido a seminarios con Chiba, Endo, Kanetsuka, Tissier, Noel, Corallini… Hace unos años (y no muchos, porque estamos hablando del 2014), tuve el placer de conocer y de practicar con Daniel Toutain sensei, que como ya sabes trabaja en la línea Iwama, y he ampliado ese trabajo con el maestro escocés Stephen Colville, al que invitamos anualmente a San Sebastián y que se ha convertido en un amigo. Con Toutain sensei escasamente he seguido dos seminarios uchideshi, y con Stephen hemos realizado cuatro seminarios… ¿Poco tiempo, poco trabajo? Si, es cierto, pero también es cierto que el trabajo con Toutain sensei constituyo para mi un toque de atención importante, y supuso una apertura en mi trabajo y en mi forma de entender el Aikido. No, no trabajo la línea Iwama, si eso te interesa. Pero también es cierto que en su metodología veo muchas cosas muy interesantes que pueden ser aprovechadas y que creo que sería muy tonto dejarlas pasar.
Pero lo que definitivamente ha cambiado mi forma de entender el Aikido, mi percepción del trabajo corporal, del entrenamiento, ha sido conocer a Dan Harden y trabajar con él, algo que entiendo como un autentico privilegio… . Stricto sensu, Dan no entra dentro de la categoría de “maestro de Aikido”, sino mas bien en la de “maestro de poder interno”. Trabajar con él ha supuesto abrir una puerta hacia algo que realmente siempre ha estado ahí, pero que nadie antes me había explicado. Y esto no sé si ha sido por desconocimiento por parte de mis profesores, o por algún otro motivo que escapa a mi visión. Hace un tiempo leía un artículo a propósito de lo triste que es el hecho de no saber que no sabes algo…, y esa es exactamente la sensación que tengo cuando miro hacia atrás. Esta puerta se abre hacia un camino largo, muy largo, y muy costoso de trabajo y de disciplina. Pero al fin y al cabo, eso es shugyo, ¿no?
¿Cuál es para ti la esencia del Aikido? Sé que es un pregunta difícil, con opiniones para todos los gustos, pero nos gustaría saber la tuya, dado que eres un instructor con experiencia.
Durante mucho tiempo he pensado que la esencia del Aikido consistía en aprender a armonizarte con el adversario, en unificarte con el, a integrarlo, dirigirlo y controlarlo. Ahora pienso que la autentica esencia del Aikido reside no en trabajar la unificación con otro, sino en entender que es exactamente unificar el propio cuerpo, que es tener un Hara, adquirir eso, y aplicarlo, tanto en situaciones de conflicto como en la vida diaria.
Llevas además mucho tiempo vinculado a la RFEJyDA ¿Cuál crees que es bajo tu parecer el estado actual del Aikido bajo la principal federación en España?
Llevo ya tiempo ocupando el puesto de vocal de Aikido, primero dentro de la Federación Gipuzkoana y luego, desde 2011, de la Federación Vasca. Si estoy en ello es porque pienso que se pueden hacer muchas cosas, y desde luego muchas más de las que se están haciendo. Prácticamente desde que ocupe el puesto de delegado en la Federación Vasca, he sido muy critico con respecto a como se lleva el tema del Aikido desde la RFEJyDA a nivel nacional. Hasta este momento lo que yo veo es que surgen muy buenas ideas, pero que prácticamente no se lleva nada a la acción; no existe una auténtica coordinación a nivel nacional, ¡casi no existe información de lo que pasa en la comunidad de al lado! Es un hecho claro que carecemos de referentes, tanto a nivel técnico como a nivel organizativo.
Ahora bien, tampoco se puede ser tan injusto como para no reconocer el trabajo de quienes ahora mismo están gestionando el Aikido nacional. Tal vez es demasiado trabajo para pocas personas, o a lo mejor se trata de una mala organización, no se si por falta de capacidad o por que no se les permite un margen de acción adecuado. El caso es que para mi esta claro que el modelo de gestión, la forma en que se gestiona el Aikido en la Federación, esta mas que demostrado que no funciona, y que hay que buscar otra forma de actuación.
Mi opinión, o mejor dicho, mi objetivo a largo plazo, es la creación de una Federación Española de Aikido oficial y legal, que de una vez integre todas las líneas de trabajo que existen en el país. No soy tan ingenuo como para no saber todos los obstáculos que existen para eso: desde la falta de voluntad política de la Administración, hasta el propio desinterés “real” del colectivo del Aikido español. Pero el que eso en este momento sea casi pensar en una fantasía, creo que es no solo un objetivo válido, por muy lejano en el tiempo que sea, sino que es algo a no perder de vista. Por eso pienso que el trabajo en la RFEJYDA es tan importante, como una especie de laboratorio, o banco de pruebas, donde ensayar y aprender a gestionar un colectivo nacional a ese nivel; cosa que creo que se puede hacer sin perder un ápice de lealtad hacia esa misma federación, mientras formemos parte de ella.
Otra pregunta polémica: ¿Consideras que el Aikido como disciplina debe renovarse, como reclaman algunos? ¿O quizás debe, por el contrario, volver a las esencias perdidas?
Como se suele decir, los experimentos, mejor con gaseos. Pienso que se ha perdido, o que estamos con riesgo de perder, mucho de lo que era el Aikido original. El enriquecer la disciplina con nuevos trabajos puede ser, porque no, muy interesante… Pero, antes de pensar en cualquier tipo de renovación, pienso que lo primero es investigar, rescatar y dominar todo eso que esta en riesgo, y después ya hablaremos.
Después de tantos años entrenando y enseñando, ¿qué le recomendarías a los que empiezan en este arte marcial?
¡Que disfruten practicando! Y que no pierdan de vista que es solamente la constancia y la disciplina lo que nos permite ver logros.
Muchas gracias, Juantxo. Esperamos encontrarte de nuevo en el tatami muy pronto.
congratulations on having the bravery to step outside Aikido in order to find Aiki.
Eres el mejor