Encuentro con Dan Harden: Un nuevo viejo camino

Un seminario sobre IP/Aiki

Hoy retomamos nuestra sección de colaboraciones con un artículo que nos ha enviado Jaime Girona Durán, en el cuál relata su experiencia en un seminario con Dan Harden. Este es un artista marcial, que recientemente está recibiendo mucha atención por sus seminarios de enseñanza sobre Aiki y Poder Interno, con los que viaja por América y Europa. Os recordamos que en Aikido en Línea estamos abiertos a todo tipo de colaboraciones. Tan sólo tenéis que contactarnos, y explicarnos qué queréis publicar en la revista. ¡Gambate kuré!

Encuentro con Dan Harden: Un nuevo viejo camino

El artículo que estoy escribiendo hoy refleja un cambio decisivo en mi manera de comprender las artes marciales. Soy consciente de que puede parecer que exagero o que estoy bebiendo el kool-aid de una disciplina novedosa, pero quiero hacer lo posible para transmitir fielmente lo que he vivido estos últimos días. He pedido ayuda a un amigo para traducir este artículo al inglés, desgraciadamente lo entiendo mil veces mejor de lo que lo hablo y escribo, algo que he podido lamentar mucho estos días. Primero, hablaré un poco de mi y un poco de Dan Harden, pero ni yo ni él somos los protagonistas de este relato; eso le corresponde al stuff (a lo que hacemos), como él no deja de repetir. No soy un gran artista marcial, para mí era una afición que con los años está convirtiéndose en una pasión, pero no tengo ni mucho menos un gran currículum. Lo mío es la esgrima histórica europea, un pequeño pero maravilloso mundo al que he dedicado casi una década. He practicado y probado muchas artes marciales y deportes de contacto diferentes, pero siempre ha sido como entretenimiento o para entender otros puntos de vista y formas de trabajo; cuando se trataba de pasión la esgrima siempre era la protagonista. Pese a ello, he tenido la suerte de poder conocer a un montón de maestros y sentir la técnica de gente realmente excepcional.

Otra de mis grandes pasiones ha sido el entrenamiento de fuerza. No soy un powerlifter o halterófilo, pero he entrenado de forma bastante similar a ellos. Mis levantamientos no le harán levantar una ceja a gente fuerte de verdad, pero con mis 95kg puedo mover más del doble de mi peso en sentadilla, peso muerto o hip thrust y levantar mi peso por encima de la cabeza en un press estricto. No son grandes cifras, pero no soy débil y no me amedrenta fácilmente la fuerza física que pueda tener otra persona.

Dan Harden es una persona fascinante, una rara combinación de humor (aunque es un pésimo comediante), inteligencia y un tremendo poder para respaldarlas. Es terriblemente frustrante comunicarse con él por internet, pero una vez le conoces en persona forzosamente cambias la impresión que podrías haberte formado anteriormente de él. Se dice que Dan no habla de sí mismo y es cierto que es reacio a compartir ciertas cosas por internet, pero no tiene problemas en hablarte abiertamente en persona de su currículum marcial y de lo que ha entrenado. Dan es uno de esos personajes que sólo quieren entrenar y no le importan los linajes o los cinturones, pero tiene la habilidad para disipar cualquier posible duda al respecto. Dan tiene más casi 60 años, conserva un físico poderoso que no ha sido ajeno al entrenamiento de fuerza, pero pensar que sus habilidades se basan en ella sería un error. Es el artista marcial interno más genuino que he conocido y manifiesta aiki de verdad a cada momento.

Afrontémoslo, la inmensa mayoría de la gente del mundillo de las artes marciales internas es simplemente inofensiva para alguien con unas cuantas horas de sparring encima. Es horrendamente difícil encontrar gente de Kung fu o de estilos tradicionales que no dé la impresión de ser carne de cañón para un takedown de principiante o cuyas habilidades no hagan aguas por todos lados en cuanto les saques de su terreno. No es el caso, Dan es capaz de mostrar su entrenamiento en cualquier formato que le propongas. Personalmente quise probarle en todas las situaciones que se me ocurrieron y no tuvo inconveniente en aprovechar todas las pausas del seminario (afortunadamente para mi cuerpo no fueron muchas y me “cuidó” siempre) para patearme, darme puñetazos, rodillas, codos, derribos, estrangulaciones, deshacer mis tristes esfuerzos de derribarle y finalizarme estampándome en el suelo como si fuese un mosquito. Lo repetiré por si alguien no se ha parado a leerlo: no se trata de que haya encontrado una persona muy fuerte o mejor que yo que puede golpearme a placer, eso siempre me gusta pero no me impresiona, hay mucha gente mejor que yo en el mundo. Lo que me impresiona es la forma en la que lo hizo, con una potencia terrible que no podía comprender ni ver venir.

Para mucha gente la lista de ejercicios y conceptos tratados en el curso será poco impresionante. Efectivamente es material que tiene cualquier arte marcial tradicional que se precie de serlo, la diferencia es que la manera en la que se descompone, estructura y explica hace que de una maldita vez todos esos términos extraños tengan sentido y sean algo más que vocabulario molón para soltar en clase. Se trata de entrenar el cuerpo para que se mueva y reaccione de una manera completamente ajena a la mayoría de personas, procurando eliminar todas las tonterías y rituales que no hacen nada más que confundir a la gente y hacerles pasar años perdiendo el tiempo para conseguir muy poco. El curso cubrió la idea de pulling silk, el uso de los arcos del cuerpo, los kuas, el entrenamiento en solitario y las espirales; conceptos esenciales para que todas estas cosas tan chulas del Aiki y el Taichi funcionen.

Muchos ejercicios eran familiares para cualquiera con un poco de curiosidad por las artes marciales chinas, pero los pequeños detalles y los requisitos necesarios para ejecutarlos según los criterios de Dan cambiaban completamente el panorama. ¿Qué cosas me encantaron del seminario? Que podía plantearle a Dan dudas sobre mi propio estilo, que hasta este fin de semana desconocía y era capaz de señalar dos o tres puntos que hacían que una postura inestable inmediatamente se volviese sólida como una montaña, o un movimiento muy débil por fin funcionase como es debido. Es difícil encontrar un profesor así y lo aprecio en lo que vale. ¿Qué más cosas me gustaron? Que Dan no tenía ningún inconveniente en ser cuestionado y responder preguntas hasta que su interlocutor comprendía lo que quería explicar y demostrar, no es ninguna diva marcial que ignora a la gente y se dedica a exhibirse, realmente quiere que la gente aprenda las cosas.

¿Qué no me gustó tanto? Muchos participantes del seminario a mi juicio no aprovecharon la oportunidad que tenían delante y ni siquiera hicieron preguntas o pidieron sentir lo que Dan mostraba. A pesar de que su método se fundamenta en que la gente le toque y él les toque para corregirles, Dan no puede estar en todas partes todo el rato ni meterse en tu cabeza; si tienes dudas y tienes la oportunidad, ¡pregunta leñe! ¿Y lo mejor de todo? Que a pesar de todo lo que le estoy mencionando, todo esto no va de Dan, sino de poder entender todo este asunto de las artes marciales internas. En mi caso ha quedado muy claro, quiero un dantien-hara (no, no todos tenemos uno, olvidad el vocabulario molón, un dantien te lo ganas, nadie te lo dá) y quiero ser capaz de darle algún día una buena paliza a Dan Harden (y luego invitarle a una copa de vino y unas cuantas coca colas). Y ahora me voy a entrenar todo este rollo, si a alguien le sirve de algo mi experiencia me hará muy feliz, si alguien quiere hacerme preguntas sobre cosas concretas estoy a vuestra disposición, si alguien simplemente quiere ignorar esto y pensar que soy un flipado más, buena suerte en su camino.

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