Elogio al uke inamovible
Una respuesta a Asim Hanif

Hace un par de días Asim Hanif Sensei, del Scottsdale Aikikai, publicaba en su sitio web una reflexión que comparto aquí para ponernos en situación:
El Uke Inamovible
28 de enero de 2017 / Asim Hanif
Observando la práctica del aikido a través de los años he apreciado que siempre existe esta persona que es “difícil” de mover. En realidad esta persona es perezosa y egoísta. Esta persona habitualmente dice cosas como “no siento que me estés moviendo” o “no estás rompiendo mi equilibrio”. Lo que esta persona ha olvidado es que hubo un tiempo en que gente con más antigüedad que él o ella [sic.] tomaban el ukemi sin estar tampoco desequilibrados. La cooperación no es lo mismo que la colusión. Este tipo de comportamiento conlleva dos consecuencias negativas. Primero, crea malos sentimientos. Probablemente a la gente no le guste entrenar con esta persona. En aikido necesitamos compañeros de práctica. Yo, como instructor, siempre intento tomar ukemi para la gente. Si la persona con menor experiencia disfruta entrenando conmigo lo más probable es que continúe entrenando y no abandone. Eventualmente podremos trabajar en que trate de moverme. Pero si siempre tienen una mala experiencia, ¿por qué deberían escoger seguirme? Normalmente doy una clase avanzada a la semana. En esta clase posiblemente me haga más difícil de mover; pero se trata de una clase avanzada.
Segundo es el déficit físico. Este uke inamovible se volverá gradualmente rígido, fuera de forma, y deficiente en su sentido de conexión. Recuerdo de manera vívida cómo ciertas personas se lo hacían pasar mal a otros hace algunos años. Estas personas tenían esta creencia de que su inmovilidad les proporcionaba algún tipo de ventaja. Hoy, estas mismas personas son incapaces de moverse con la más mínima gracia o destreza. Algunos han dejado de entrenar por “estar mayores”. Un maestro dijo en cierta ocasión: “¿Sabéis lo que hacen con los que están rígidos, verdad? Los entierran”.
No seáis inamovibles. Aprended a estar conectados al suelo, equilibrados y móviles. Al tomar ukemi permaneced conectados y flexibles. Encontrad el espacio en vuestro cuerpo. Examinad vuestra postura y vuestras deficiencias estructurales. Mejorad con cada repetición. Y de manera más importante, cultivad vuestras relaciones a través del entrenamiento en aikido.
Yo estoy fundamentalmente en desacuerdo con el escrito y si no fuera por la repercusión que está teniendo no estaría escribiendo esta pequeña entrada a modo de respuesta.
Si estamos practicando el Aikido del fundador, entonces tenemos que tratar como fundamental el adagio de que el Aikido es Masakatsu Agatsu Katsuhayabi. Y si aceptamos (¡todavía hay gente que no lo hace!) que el Aikido de O Sensei es su propia rama de Daito Ryu, entonces tenemos que aceptar también que el aiki es “desequilibrio en el momento de contacto”. En cualquier caso, siempre que estemos buscando el Aikido de Ueshiba, tenemos que aceptar que hay que desequilibrar a uke en el momento en que éste pone sus manos sobre nosotros (o nosotros sobre él, mejor aún).
Y es función de uke el ayudarnos a aprender. Si uke se mueve por sí mismo, con control sobre su propio cuerpo, todo lo que hagamos no tendrá ningún sentido. Uke debe ser inmóvil. Esto tiene varias consecuencias positivas: la primera es que uke, como compañero de estudios, nos lo debe poner lo suficientemente difícil como para permitirnos darnos cuenta de nuestras carencias técnicas, pero lo suficientemente fácil como para permitirme estudiar y no frustrarme. Debe existir un equilibrio entre lo inmóvil que me permita ver mis fallos y lo adaptable que me permita progresar. Si en el primer momento uke permanece equilibrado debo volver a empezar; mi técnica ya no tiene ningún sentido. Claro, debe ser lo suficientemente inmóvil; ni más ni menos.
La segunda es que uke también está entrenando, y una característica del aiki de O Sensei (y de Daito Ryu) es que tori debe ser inmóvil. Solamente la inmovilidad nos dará movilidad. Solamente siendo inamovible es que podré moverme libremente. Puede parecer una paradoja, ¡incluso una idiotez!, pero es así. Y uke debe entrenar esta característica al igual que tori. A alguno le sonará Fudo Myo O… Si no les suena, les invito a que le conozcan; es imprescindible para el desarrollo de la energía interna y del aiki.
Decía Shirata, el prodigio del Kobukan y uno de los más destacados alumnos de Ueshiba: “coloca el cuerpo inamovible en una posición invencible y lanza metsubushi”. El cuerpo inamovible…
Yo practicando Aikido soy, efectivamente, perezoso. Eso se lo concedo a Hanif Sensei. No doy un paso si no es necesario darlo. Hay un viejo refrán castellano que dice: “todo el buen hablar castellano consiste en decir todo lo que quisiéredes con las menos palabras que pudiéredes”. Bien, esto es completamente aplicable al Aikido de O Sensei. ¡Esto no significa quedarse quieto y rígido como una estatua! Pues no hay que confundir técnica con táctica con estrategia. En lo técnico no hay que moverse más que lo mínima e imprescindiblemente necesario. En lo táctico hay que estar en continuo movimiento porque uke… no está solo. Uke tiene amigos. Y aún no me he librado de uno que ya tengo que estar acudiendo a saludar a otro. Así, tori ha de ser inamovible pero a la vez permanecer en movimiento. De nuevo paradójico en apariencia.
Lo mismo sucede con uke. Uke debe atacar con firmeza, pero nunca debe cedernos su equilibrio voluntariamente. Si fluye con tori es para preparar alguna suerte de kaeshiwaza, pero no para permitirle trabajar. Y en cualquier caso, si estamos estudiando contra-técnicas, uke debe fluir con sentido, dentro de su inmovilidad y sin ceder su equilibrio (de nuevo, a no ser que estemos practicando sutemiwaza, pero esto no es el caso habitual). Uke sólo puede fluir y preparar su respuesta dentro de una inmovilidad interna (e incluso externa). Todo lo demás, en mi opinión, son fantasías y colusión.
Termino con el “disclaimer” que ya di más arriba. Esto no quiere decir que uke se convierta en una estatua de sal. Efectivamente esto frustra a tori y tori deja de venir a entrenar y se pasa al baloncesto. Uke debe saber quién es tori, cuál es su nivel, y debe saber resistirse el punto justo para que ambos puedan aprender.
Todo tiene un límite, y en situaciones de agarres, no se tendría que estar super rígido, ni tampoco hacer una parodia, y hacer el movimiento de tori por costumbre como pasa muchas veces, sabiendo lo que uke va a hacer se lo puedes poner muy difícil o demasiado fácil
Una entrada sobre Fudo Myo O por favor!
Paciencia, amigo Pedro! Todo llega… 😉
Creo sinceramente que hay que adiestrar a Uke en ambos sentidos.
No debe entrar con la intención de bloquear la ejecución de una técnica preconcebida, pero tampoco debe hacerlo cediendo su equilibro y casi ejecutando por sí mismo la técnica que debe realizar Tori.
Entiendo que las palabras de Asim Hanif Sensei están dirigidas a corregir esta posible actitud errónea de bloqueo mientras que la respuesta de Alejandro Villanueva está dirigida a todo lo contrario, ya que la entrada de Uke ha de ser de un ataque sincero.
Es difícil trabajar la actitud de Uke pero los dos discursos anteriores son válidos y prácticos para aplicar según el caso detectado.
En cualquier caso es importante no obviar el trabajo de Uke, tan importante en la práctica y en el aprendizaje, vigilando y corrigiendo las formas de trabajo.
Un cordial saludo y buen camino.
ABa
Efectivamente, Arturo. En el punto medio está la virtud: ni bloquear la acción de tori ni hacer la técnica por él. Por eso uke debe ser «lo suficientemente» inamovible para el nivel del tori que tiene delante. Gracias por el comentario. Un cordial saludo.