El dojo de O Sensei tras O Sensei

Durante la Segunda Guerra Mundial Ueshiba Sensei se retiró a la villa de Iwama, un pequeño pueblo entre las montañas de la prefectura de Ibaraki, escapando del tumulto y los peligros del Tokyo en guerra (de hecho, el dojo de esta ciudad, que más tarde sería el Hombu Dojo, se vió severamente afectado por los bombardeos). En en Iwama dónde construye su dojo personal, el Ibaraki Dojo, y el Aiki Jinja, el templo a los dioses del Aikido, y dónde continuará con sus prácticas marciales y espirituales. Será después de la guerra cuando Saito Sensei pasará a entrenar bajo su mando en su dojo en Iwama, durante más de veinte años. A su muerte, O Sensei dejó la custodia del dojo y el AIki Jinja a la familia Saito, que se ocupó de esta importante tarea hasta la muerte de Morihiro Saito en 2002. Este shihan, 9º dan por el Aikikai y de profesión ferroviario, continuó enseñando las armas (bukiwaza), y las técnicas de mano vacía (taijutsu) que había aprendido en este lugar con el fundador. Este Aikido, al igual que los estilos de preguerra, se diferencia del practicado en el Hombu sobre todo en dos aspectos: la integración de las armas y la mano vacía, y un método de entrenamiento que empieza por el kotai, o práctica estática con agarres fuertes, dejando el ki no nagare para los grados dan.
Morihiro Saito fue ajeno a la expansión internacional del Aikido hasta finales de los años 70. En este momento varios estudiantes occidentales, llegados desde el Hombu, comenzaron a asistir como uchideschi al dojo de O Sensei en Iwama, dónde hasta ese momento sólo practicaban japoneses, y a entrenar el método allí enseñado, que pasó a conocerse como «Aikido de Iwama» o Iwama Ryu Aikido, para diferenciarlo del practicado en el Hombu. Desde ese momento, Saito Sensei daría decenas y decenas de seminarios por todo el mundo, enseñando su método pedagógico y el sistema de armas que practicaba con Ueshiba en Iwama, y que él mismo codificó para facilitar su enseñanza.
Pero esta es otra historia. Ahora simplemente os queremos traer un vídeo de los años 90, en el cual se puede ver a Saito dirigir un entrenamiento en el dojo de O Sensei en Iwama, tal y cómo hizo durante muchos años. Su hijo, Hitohiro Saito, ejerce de sempai, demostrando varias técnicas con el vigor y técnica que le caracterizan. Merece la pena verlo para captar, al menos en parte, lo que era entrenar en el dojo del Fundador. ¡Poned el sonido, se escuchan los kiai!
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